Odio hoy a la palabra,
bozal de furia,
arrojo metalizado de labios huecos.
Te rodea la silueta y su vacío,
sin tocarte,
y sólo un trémulo zigzag
queda flotando en tu espalda.
Odio la oquedad desconcertante
del decir difuminado,
la pálida queja,
la hipocresía del grito,
el blablabla torpe y difuso
que te envuelve si te llamo
y no penetra tu nombre.
Te odio a ti
porque te escribo
y no soy más que un verso
inútil
absurdamente gris
deshabitado.
Sie befinden sich hier
-
¿Por qué estoy aquí?
No importa. Aquí sigo.
Tal vez regrese de un lugar
aún más oscuro. Distinto.
Hoy hace frío. Hay escarcha
en las mangas de mi a...
Hace 2 semanas
12 comentarios:
Wow, por esto y también por la anterior entrada. No solo me emociona que me escojas como weblog, y que añadas mi poema, sino que encima me cites diciendo "a quien quiero y admiro". Siempre es agradable pinchar en el enlace a tu Mar y que hayan nuevas rocas esperándome, para sentarme en ellas y ver las olas de la vida pasar. Por si cabía la duda, tú también eres alguien a quien quiero y admiro, igual que a tu hermano. Hoy no te envío un beso sino un abrazo. Fuerte y caluroso.
Hoy puedes odiar la palabra, pero ella siempre te quiere a ti. Por eso se acomoda bajo tus dedos y nos dibuja horizontes que crecen.
Cuánto has escrito desde la última vez que me pasé. Y cuánto te escriben también. Mola.
Hasta la próxima. :)
Rocio, cuantas veces se odia la palabra dicha sin sentimientos.
Cuantas veces hemos quedado mirando fijo, y en silencio, mientras sus manos hacian un zigzag en nuestro tordo.
Cuantas veces escuchamos las palabras metirosas, como si fueran dichas por la biblica serpiente de dos lenguas.
Y, asi y todo, seguimos escribiendo, mientras nuestro corazón . . . no, perdon, nuestro verso esta muerto y deshabitado.
A todos nos pasa con frecuencia.
Las palabras se hacen verso deshabitado, gris e inútil.
Y entonces nos sentimos tan huecos como esas mismas palabras que escribimos o nos escriben.
Claro que las tuyas distan mucho de proceder de ninguna oquedad.
Porque son muy bellas.
Besos.
Ybris una hora antes, ha escrito lo mismo que te hubiera escrito yo y de una forma muy poetica, de manera que me sumo a su comentario.
Besos creativos.
Caperu, el mar que siempre trae y lleva, me deja en la orillas tus palabras siempre tan salás. Sabes que aquí tienes no sólo un rinconcito para ver el ajetreo de la vida sobre las olas, sino tu casa. Un abrazo grande.
Y cuánto me alegra, J.T., leerte. No tardes demasiado en dejar por aquí tu poesía. Gracias :)
Carlos, aunque estén llenas de sentimientos, éstos se escurren entre las letras, siempre. Es difícil apresarlos. La mayoría de las veces es el silencio el que más y mejor escribe.
Gracias por venir.
Y queremos gritar, Ybris o pegarle tres patadas al diccionario buscando aquéllas que son inexistentes en la Lengua, pero tan nuestras y reconocidas por la gramática del cuerpo y del alma. Besos.
Gracias, Víctor. Recibidos y reenviados esos besos creativos.
Gracias por el premio, sirena sin voz contra la hipocresía del grito. Y gracias por odiar. Está claro que Ángel Gonzaléz no habría tenido problema alguno en firmar una autobiografía compuesta por los 4 últimos versos que nos entregas: "y no soy más que un verso / inútil / absurdamente gris / deshabitado." Odias hoy a la palabra y conviene recordarlo (literalmente lo afirma Antonio Sánchez Zamarreño): "El silencio, lo único invulnerable del poeta". Bozal de furia. Aun así, atadme al mástil. Deseo escucharte. Nos vemos en los mares.
Óscar Borona
coincidimos
http://versificarium.blogspot.com/2008/03/lxxx_24.html
Gracias a ti,Óscar, por hacerme disfrutar con tu poesía, ola de luz. Seguiré sumergida en su espuma y elevada en la cresta de la Belleza. Bonito vaivén navegarte.
Neander, me ha encantado ese poema. No lo dejes. Que no se hunda "Versificarium".
Bueno Rocío, solo decirte que yo me quedo tontita ahi con estos cachitos tuyos, en especial esto de
Te odio a ti
porque te escribo
y no soy más que un verso
inútil
absurdamente gris
deshabitado.
Todo un grito, qué barbaridad.
Sin más, gracias por arreglarme el día Rocío. He puesto tu enlace en mi blog.
¡Gracias otra vez, Ana!
Un beso, linda.
Dr. Krapp, aquí tienes tu casa. Gracias a ti.
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