
Cuántas veces he pensado
despabilarte el mutismo,
vapulear tu paz callada
y romperla con un golpe seco
que grite astillas de sangre.
Al menos gotearían los labios
y crepitarían las llamas
rotas
de tu lengua.
Habría un sonido, tal vez fugaz,
apagado en el mismo estertor que lo vio nacer,
pero hablarías.
Clavarías los despojos del silencio
en el choque de dos bocas
y el cristal de tu gemido
s
i
g
i
l
o
s
o
estallaría en un beso.
despabilarte el mutismo,
vapulear tu paz callada
y romperla con un golpe seco
que grite astillas de sangre.
Al menos gotearían los labios
y crepitarían las llamas
rotas
de tu lengua.
Habría un sonido, tal vez fugaz,
apagado en el mismo estertor que lo vio nacer,
pero hablarías.
Clavarías los despojos del silencio
en el choque de dos bocas
y el cristal de tu gemido
s
i
g
i
l
o
s
o
estallaría en un beso.