martes, 4 de marzo de 2008

EN EL BORDE DE LA IRREALIDAD


Un rumor profundo ilumina
los presagios de tu espalda
escalando por el cuello
entre bruma de espirales.
Me deliran los silencios nebulosos
si atravieso sin pupilas
los umbrales de tus sombras
y muerdo en ti cada destello
que aprisionas con las manos
en un nudo de suspiros.
Vaivén de luz en la noche
donde el deseo gime
dos reflejos circulares
y me recuerda al oído
la
ver
ti
gi
no
sa
y suave costumbre de quererte.

6 comentarios:

Hank dijo...

Qué intenso final, que certero ese vertiginoso y suave querer.

Qué buenas eres con las letras.

Un abrazo.

Caperucito Lorca dijo...

Vertiginoso el tiempo que nos has dejado a la espera. Me parece loable la línea poética que estás llevando a cabo, encontrando el verso íntimo, en esa conexión contigo misma y con el mundo.

¡Besos!

Ana dijo...

Qué bueno, qué transparencia en el sentir y cómo llega este poema, hablaste de una comunión que no es fácil de lograr, me gustó mucho al igual que la imagen, me hiciste pensar entre tanto brillo.

Rocío dijo...

¡Qué alegría verte aquí!, Hank.
Muchos besos y ¡gracias!


Querido Caperu y ¿qué es el tiempo? Jajaja, no me hagas caso, demasiado trabajo...

Siempre me alegran tus palabras. Besos


Ana, me alegra que te guste. Pero la imagen por sí sola es la que tiene brillo. Ella lo dice todo...
Un beso

J.T. dijo...

Son las tuyas de esas palabras que lo mismo encienden chispas que las aquietan. Igual sujetan a uno que lo
des
pren
den.

Hasta aquí vine a por ellas. Que las echaba de menos.

Que vaya bien Rocío.

Rocío dijo...

One of the passengers, siento que no salga aquí tu comentario. No sé qué he hecho, pero al aceptarlo, no sale reflejado. Puedes añadirme en tus paradas, cómo no.
Besos y perdona mi torpeza.


J.T., yo también te echaba de menos por aquí. Tu comentario es una preciosidad. Así, ¿cómo va a dejar una de escribir?
Gracias y un beso.