Me gustan los girasoles, cariño, y me regalaste un campo en tu mirada, tan bosque tú, tan pradera, que vi tus ojos anaranjados y verdes. Me abracé a sus colores aspirando el olor vibrante de tus pupilas y las salté convertida en una niña traviesa y juguetona. Caía la tarde mientras deshojaba mi boca cientos, miles de pétalos, arropándolos, tibios, entre los labios, y sabías a primavera y a luz, a poniente desahuciado entre saliva, al crepúsculo inmediato que intentaban retardar mis ansias y que, cuando entorné los párpados, era tan cierto como el perfume fugaz de ese mirar tuyo tornasolado que se llevó la noche.
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¿Por qué estoy aquí?
No importa. Aquí sigo.
Tal vez regrese de un lugar
aún más oscuro. Distinto.
Hoy hace frío. Hay escarcha
en las mangas de mi a...
Hace 2 semanas
13 comentarios:
Estaba escribiendo y se borró.............decía que es lo que tienen las flores, que más allá de su marchitar, siguen teniendo, a veces, su olor intacto.
¡¡¡Qué belleza,hija!!!Puedes con todos los estilos,eres una máquina.
Plantéate publicar un libro,sería un éxito absoluto.
Esta noche he soñado que callejeábamos por Granada sin parar de andar,como hacemos cuando nos vamos de viaje a algún sitio.Me he despertado muy contenta y también bastante cansada por el paseo...me dolían las paletillas,como en Eurodisney..jejjee..
Un beso muy fuerte.
La verdad es que tus palabras siempre acarician.
Siempre he pensado que todos tenemos un poco alma de girasol. Giramos alrededor de aquello que nos emociona, que nos da calorcito, luz.
Nada... que me he acercado a por la ración de rayito que siempre encuentro cuando entro aquí. Gracias.
¡Un campo de girasoles en su mirada!
Otro en tus palabras hermosísimas.
Gracias.
Besos.
Que complicado resulta ver estos versos tan juntos...
El que se queda en la memoria de los sentidos, Ana. Besos.
Cuquita, suéñame algo más relajadito,¿o es que me quieres matar? On
Y, al final, siempre llega la noche. Gracias por tu dulzura, J.T.
A ti, Ybris por la efusividad que has puesto en mis girasoles. Besos.
Mmmmm, Mario, ¿y eso...? ¿No se entienden?
Vaya! Yo estuve aquí el otro día, con los girasoles, pero estuve callada. Ahora hablo, porque la segunda vez que se vuelve a un sitio siempre es por algo. Un beso!!!
No, por favor, son preciosos. NO quería decir eso. Sí que se entienden, perfectamente, por supuesto... Sólo que es tan poético, inspira tanto, que planteados como prosa se mezclan con poesía en un baile fronterizo encantador.
Yo me agarro al comentario de Lara.
Vaya manera de abrazarse a los colores, ¡mare mía!
¡Gracias, Lara! ¡Qué sorpresa verte aquí!
Besos.
Mario, eso es porque no sé hacer prosa y por eso os admiro y envidio a los que la hacéis.
Caperu, jajajaaa, qué andaluz repentino te ha salido. Un beso, lindo.
No envidies, no pareces tener ningún motivo... Eso es fantástico
De los girasoles, lo que más me gusta son tus palabras y las pipas. ON.
Mario está en cierto a mi juicio.
La nrgra Cenobia no lo habría hecho mejor. Esa musicalidad, esa cadencia. Eres una excelente narradora. Ya te lo escribí, entrenamiento ya que talento sobra.
Besos creativos y en prosa.
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