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¿Por qué estoy aquí?
No importa. Aquí sigo.
Tal vez regrese de un lugar
aún más oscuro. Distinto.
Hoy hace frío. Hay escarcha
en las mangas de mi a...
Hace 2 semanas
17 comentarios:
Uff, a ti te habrá resultado insípido, pero a mí me ha sabido a chute de cafeína. De estos de no poder dormir. Ummmm, qué olorcillo a café...
Hemos coincidido en escribir el último post con café.
Muy bueno, me encanta esa gracia que le da al poema los treinta y dos sorbos del final.
Un beso.
Yo suelo tomar mi café matutino antes de las cuatro y para cuando se me han desempañado los ojos ya no quedan ni posos para el reflejo.
Pero de verdad que hoy, ya despejado, veo bien todo lo que dices y me encanta esa pretendida insipidez que proclamas.
Injusto título, a mi entender, tras confesar tus fecundas soledades, tus aladas visiones y los lentos tragos de tus treinta y dos sorbos o de tus treinta y dos primaveras.
Me enrollo un montón, pero no tengo más remedio que alargarme para que quede claro que me ha gustado.
Mucho.
Besos bien cargados de compañía temprana.
Estoy asombrada,no tanto por el poema (que es precioso)como por tu foto..
Eso sí que es belleza..¡¡¡Qué guapa!!!Pareces una modelo..podrías ser perfectamente la musa de un pintor profesional.
He tenido que volver a mirar la foto porque me he deslumbrado,en serio y eso que llevo 26 años siendo tu hermana y viéndote día a día.
¡¡Qué cara de ángel!!
Tú las primaveras las llevas de maravilla,como el buen vino,cada año estás mejor.
Debes publicar un libro,yo te hago la publicidad gratis,no sufras por eso y en la portada poner esa foto que has colgado aquí.
Enhorabuena por la preciosidad de poema que has escrito,pero sobre todo,por lo bella que eres, tanto por dentro como por fuera.
Este domingo te voy a hacer un café de los míos,de los que te gustan,porque no son insípidos.
Si cada primavera que cumplas va a ser para estar más guapa,no voy a poder salir a la calle contigo..jejejjejejej...
On biso.
La cucharilla gira y gira despacio acariciando el contorno de la taza, mientras tu poetisa ebria de regusto a cafeina te cuenta lo que ya sabías, pero con palabras nuevas.
Hermoso. Volveré a tomar café contigo.
¡Qué agradecido, eres, Caperu!
Besos cafeteros.
Máximo, de tu café vengo, y ¡qué bien me ha sabido!
Un beso.
Ybris, gracias por tus palabras y tu compañía tan madrugadora. Creo que a esas horas, yo tampoco vería los posos, a no ser que fuera en sueños.
El título me gustaba por lo que tenía de gris.
Besos con un café, ahora, bien cargado.
Siempre tan exagerada, enana. Gracias por tus halagos (pasión de hermana) y por tus promesas de exquisitos caféseres. ON
Víctor, acababa de responder cuando he visto tu bonita reflexión.
Muchas gracias.
Muy buenos escritos! Te felicito, ¿Porque no pasas por mi espacio y compartimos nuestras palabras?
http://aquellaspalabrasperdidas.blogspot.com
Los treinta y dos escalones de mi escalera se descubren ante tu película en treinta y dos sorbos.
El café puede ser amargo, o muy dulce si lo ayudas con quilos de azúcar.
Pero esta poesía no es insípida.
Aunque el agua rompa contra tus párpados recuerda que su espuma siempre es fecunda, Afroditas que aseguran el nacimiento de un día mejor.
Más mar en esta otra costa, que bien Rocío. Te veré desde mi bajel.
Un saludo.
Poema para disfrutarlo recien madrugado y con los ojos empañados de Rocio. Me ha gustado todo lo que he leido y su brevedad.
Yo también seré bereve porque, escribo desde un cafe cibernético .
Un besote
Al hilo del café matutino, me vas a permitir que inserte unos versos de un poema que nunca concluí:
Colgar al sol, en la línea
de tus labios, mi nombre escrito
en desusadas ceremonias
con pulsos de risas y esperanzas de azúcar,
mientras tomas café en la terraza
y tus miradas modelan de nuevo la ciudad
donde no soy presente.
Pues eso...
M.N.A., gracias por tu visita. Por allí me verás.
Sergisonic, o con sacarina...
Gracias por endulzarlo. Besos.
Sunion30, tienes razón, si no fuera por esas Afroditas que rompen cada mañana en pequeñas espumas de ilusión, nos sería más difícil seguir.
Manolotel, espero que tu café no haya sido insípido. Me pasaré por tus andurriales. Gracias por tu visita. Besos.
Anónimo, cómo no te iba a permitir esos versos...
Alguien que escribe así está presente hasta en el humillo del café.
Pues eso...
Precioso poema. Espero que el café no te quite el sueño para poder pasar a través del espejo y así poder descansar de los reflejos y sus laberintos.
Gracias. Pasaré a leerte.
Un saludo,
Esto sí que son estímulos para empezar el lunes. Me gustan mucho tus palabras y ¡cómo las juntas y las adornas!
Desde mis limitaciones "humanísticas" disfruto de ellas hasta donde puedo: me cuesta analizarlas como haría con un problema científico, pero me llenan tanto que me hacen olvidar el razonamiento.
Gracias por tu visita, Ignacio
Madre de dios, treinta y dos sorbos... Que maravillas que los cuentes...
Espero, Codorníu, aunque en los sueños es donde más reflejos y laberintos hay. Besos y gracias por tu visita.
¡Gracias a ti!, Ignacio. Ya queda poco para que termine el lunes.
Mario, y pobre de mí como no los cuente, jajaja. Besos.
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