Hoy me pongo este mundo por montera
y desecho los llantos caducados,
la despensa está llena de bocados
a la Vida en sus labios de ramera
que me dice sensual, tan zalamera
no aguantan en el sol los enlatados
suspiros que son grises por los grados
de un alma que en conservas se macera.
Entonces me sujeto a la cintura
mordiendo de su boca la impaciencia.
Le grito a la nostalgia mi amargura
con risas ya sin fecha en preferencia
no vivo nunca más esta atadura
envasada al vacío de tu ausencia.
y desecho los llantos caducados,
la despensa está llena de bocados
a la Vida en sus labios de ramera
que me dice sensual, tan zalamera
no aguantan en el sol los enlatados
suspiros que son grises por los grados
de un alma que en conservas se macera.
Entonces me sujeto a la cintura
mordiendo de su boca la impaciencia.
Le grito a la nostalgia mi amargura
con risas ya sin fecha en preferencia
no vivo nunca más esta atadura
envasada al vacío de tu ausencia.
10 comentarios:
Esto debería escribirse en todos los envasados.
Y luego debería ser cantado en noches largas de amor y humo.
Un abrazo!
Lo mejor del soneto es lo envasado dentro. Muy bien construído y muy sugerente. On biso.
Ojalá los llantos y suspiros tuvieran fecha de caducidad.
Quede el consumo preferente de besos en la boca de ramera de la vida.
Bello, ágil y expresivo.
Todo un placer.
Besos, poeta.
"Hace falta valor,
ven a la escuela del" SONETO.
De vez en cuando conviene lidiar con morlacos como este, para con una faena templada sentir el peso de un traje de luces y sombras que viste una buena pluma.
Gracias, lenguaraz y Lara, por cambiar el marketing.
José Mari, me alegra tu visto bueno. ON
Ybris, "no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista", eso dicen...
Gracias por disfrutarlo. Besos.
Olé, Víctor, sólo me falta brindarte el toro, jaja. Gracias.
Sabrás, diestra de las palabras, que recibiría encantado el brindis de este soneto. Suerte maestra!
Pues ole y ole, por la faena....
¡Gracias, Mario! Besos
Qué bueno y qué maravilla de versos. Ojala fuera todo tan fácil como a veces resultan los propósitos ¿verdad?
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