RÁSGAME LAS VESTIDURAS

Me canso de la vida que se lleva,
rehuyo al maniquí de escaparate,
quisiera disfrutar del disparate
de ser en tu jardín la harpía Eva.

Comamos la manzana de la prueba
y arda la serpiente en el combate
al ver nuestros dos cuerpos en empate
por una lucha que en la piel se ceba.
...
Despójame el abrigo de tu ausencia
y abraza ahora el frío del desnudo
sin modas ni ropajes de clemencia.
...
Que me ate a tu cintura sólo el nudo
de dos piernas que visten la impaciencia

con un gemido torpe y tartamudo.
...

MÉNADE

...

Desde el arrebato que me arroja
a desvelar tu misterio
bajo el tirso de mis piernas.
...
Dentro de la palabra,
en la primigenia lujuria del fonema,
laringal renacida entre las tripas.
...
Te quiero destrozado por el caos
de rugidos sin sintaxis,
desordenado y fugaz,
incompleto en la mesura
salvaje de mí.

Con la fiera altivez
que Amor da a los inmortales.
Ante el disparate de una guerra redimida
por el fragor de mis ojos,
tras la muerte dionisíaca de tu sangre
en un cuerpo a cuerpo

s

i

n

a

l

m

a,

... comunión irrefrenable
travestida de arena y yedra.

...

RAMADÁN

Devuélveme la desgana
si busco tu boca
en esta hora de espera y desesperos.
...
Fuera, el caer de la tarde
hierve amor de hierbabuenas
y la luna ensortijada
va ofreciendo su barriga.
...
Dentro, un mordisco repetido
me recuerda el ayuno voluntario,
la hiriente renuncia a sentirte.

...

FANTASMA

Empeño absurdo querer tocarte,
te evaporas,
subes,
flotas en el vacío
y caes a un fondo oscuro
donde no tienen cabida las palabras
porque hasta ellas mueren
en caso de que alguna vez hayan nacido.
...
Y entonces pienso
si esa sombra no seré yo misma
preguntando, respondiendo,
arrastrada por el ruido
de una cadena irreal
que se ata a tu pie inventado.

...

EL DADO DE LA REALIDAD

Me llega de David Vegue el meme de “seis cosas sin importancia que nos hagan felices en nuestro día a día”.
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Seamos avaros como el mar, decía Rimbaud. Cuando me hacen la pregunta tan conocida de “qué te llevarías a una isla desierta” no acierto a elegir, y siempre respondo “un libro”, pero claro, un libro se lee en dos días; necesitaría una biblioteca bajo las palmeras.

En este juego al que me invita David, no hay mar, pero sí avaricia y dificultad en la elección. Por ello, me lanzo a escribir aquí directamente- sin pensar, apenas- qué meto en mi maleta cada mañana.

No puedo dejar fuera la risa de mis hermanos, cómplices de banalidades grandiosas, ni las más de treinta sonrisas que me ayudan a despertar. Me lo termino en dos bocados, así que siempre llevo conmigo el sabor del chocolate para recordar en todo momento que la vida está pegada al paladar de quien la degusta. ¿Cómo podría desprenderme de la libreta que me arranca sentimientos a contrapelo? ¿Y esa mirada clavada en la ausencia de no hundirse en mis ojos cuando la necesito? Me abrazan al dormir las letras de quien me toca el alma cuando escribe, estremeciendo con su sensibilidad y arrojo el largo recorrido que va desde los tobillos hasta el cuello.
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Seguiría escribiendo, ya sé que me llamaríais tramposa... Otra opción sería sustituir algunas “cosas” por otras que se han quedado en la punta de los dedos. No alteraríamos el seis, pero significaría que de alguna manera estoy ordenando mis prioridades y, por tanto, pensando, y eso era lo que no quería.

Dejemos mi dado como está y lancemos su instinto a Hm, Belén, Lula, Joan, Doctor Vitamorte y Doctor Krapp.

Espero que no os dé en la cabeza ;)

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