miércoles, 14 de noviembre de 2007

ALLÍ


Allí donde me cae
tu
sonrisa
impenetrable,
detrás de tus labios grises,
bajo el alma soterrada,
muerdo tu desasosiego.
En las grietas del anochecer,
en la lentitud violeta de tus sombras.
Allí donde las ingles esperan
la blanca oscuridad de tu inconstancia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ummm, este poema tiene todo lo que me gusta: la armonía anárquica del ritmo –como voz de amante-, misterio, sutileza, ternura decidida, el juego de la lucha entre las luces y las sombras. No podía seguir sin dejar mi gesto.

Anónimo dijo...

Cada palabra es un cosmos personal.

Rocío dijo...

Anónimo, gracias por dejar tu huella y la radiografía del poema. Te regalo la rosa.

Hank, si así lo ves es porque te has adentrado en el poema y lo has saboreado. Un beso y gracias por la compañía.