
Jolgorio, griterío,
jauría de risas
y dos niños al ajedrez con seriedad equivocada.
(Si les doy una pelota…
pero también abajo truena a lluvia)
Suben sus ojos perdidos
y me miran fijamente,
no sonríen.
Diría que los caballos se han comido sus galletas
o que el rey los ha encerrado
en el cuarto de las ratas.
Pensar nos aleja de la infancia.
No,
no juego contigo, amor.
Pisemos charcos sin botas.
jauría de risas
y dos niños al ajedrez con seriedad equivocada.
(Si les doy una pelota…
pero también abajo truena a lluvia)
Suben sus ojos perdidos
y me miran fijamente,
no sonríen.
Diría que los caballos se han comido sus galletas
o que el rey los ha encerrado
en el cuarto de las ratas.
Pensar nos aleja de la infancia.
No,
no juego contigo, amor.
Pisemos charcos sin botas.
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