lunes, 27 de abril de 2009

ARIADNA


No tengo el hilo que lleva
a la voz de las gaviotas.
El ovillo se ha podrido
por la humedad de los días,
se lo comen los gusanos.
Soy la heroína cobarde
aislada sin islas negras
ni vela en las manos blancas.

Cautiverio de paredes.

Quédate, pues, a la espera
en la espiral sin salida
donde un monstruo aliña sus astas
con el filo de los sueños,
donde yo, en la inquietud del insomnio,
tras sus párpados te abrazo.
...